El Reglamento relativo a los Suelos contaminados define las actividades que son más susceptibles de introducir contaminantes en el suelo, se trata de una relación meramente orientativa, ya que muchas actividades que pueden afectar a la calidad del suelo no están incorporadas. La identificación de las actividades efectuadas sobre el suelo o la existencia de depósitos, enterrados o aéreos, de productos con propiedades tóxicas puede determinar la presencia de contaminantes en el suelo y que sea necesario su tratamiento.
Ante la fuga de un producto que pueda afectar a la calidad de los suelos o las aguas superficiales o subterráneas es prioritaria una intervención inmediata por parte de los equipos de respuesta a emergencias. Esta primera actuación, tiene como objetivo la retirada de todo el producto fugas recuperable de la superficie del suelo o las aguas superficiales y valorar el área de intervención, estableciendo las medidas de contención adecuadas para limitar la expansión.
Paralelamente se inicia el diseño de las medidas de recuperación, desplazamiento los equipos de tratamiento para iniciar un tratamiento que permita reducir el tiempo necesario para la futura descontaminación.
Un estudio del escenario en el que ha sucedido el escape y de las características del medio, permite proponer las técnicas de tratamiento más adecuadas para la restauración del medio y minimizar los riesgos ambientales y sanitarios derivados.
La aplicación de una tecnología u otra dependerá de numerosos factores, incluido el coste del tratamiento, por eso le invitamos a que solicite información sobre la más adecuada a su situación.